Una de las decisiones que hemos tomado para nuestra boda, aunque seamos católicos, es que no queremos celebrarla a través de la iglesia.

Nos gustaba y nos representaba mucho más, la opción de casarnos por el juzgado el día anterior y realizar una ceremonia “ficticia” (aunque para nosotros será la oficial), el mismo día en el lugar que hemos elegido para el evento.

Para hacerlo de esta manera, necesitamos un maestro de ceremonias que se encargue de oficiar nuestra boda. Es cierto que para matar dos pájaros de un tiro, lo que normalmente suele hacer la gente es que ese maestro de ceremonias, tenga la potestad de casar, y así te ahorras parte de los trámites del juzgado. Pero nosotros como queríamos que la ceremonia fuera especial, cercana, divertida, ¡hemos elegimos a uno de nuestros amigos como responsable de ese papel! ¿No os parece una genial idea?

Además del maestro de ceremonias, nos gustaría que algunas personas nos dediquen unas palabras. Sobre todo familiares y amigos cercanos. Por eso en este POST veréis dos kits parecidos pero con funciones diferentes, uno para conseguir oficiante y otro para decirle a estas personas cercanas que queremos que lean en nuestra boda.

Y ahora sí que sí, ¡Vamos con el paso a paso!: